..y me quedo otra vez, sin decir nada, sin gritarte...
Hoy en el silencio de mi habitación con la música de vivaldi reflexiono lo que ha sido de mi en estos últimos tiempos, tiempos en el que he crecido y hasta me atreveré a decir madurado, en mi cabeza solo rondan ideas ya no de fantasmas del pasado sino de lo que me espera por venir y del como he de recibirlos, que angustia la que siento al mirar atrás y ver todo lo que ya paso y jamas volverá, desde una hermosa niñez hasta los golpes mas duros que alguien pueda recibir en el corazón y en el alma, muy aparte de de los físicos que espero no hayan dejado secuelas en mi cuerpo.
Hoy anuncio al mundo la alegría de poder decir lo lograre y poder decirlo en silencio y con la mejor arma de expresión que me dio el buen Dios - los ojos- pues así es aunque corto de vista sea ellos reflejo de mi alma y corazón mas que mis palabras, deteniendo mi auto-analisis físico, escucho un bello motete de Vivaldi, tan puro y limpio, bella música del alma sin lugar a dudas y sobre todo ayuda a despejar la mente de esos pensamiento car-comedores de ilusiones.
Luego de una gran pausa y bajo la noche de invierno limeño con la música de enya, mis ansias hacia el camino que elegí crecen, en esta oscura y densa oscuridad me siento yo, y siento mi corazón en el cual guardo lo mas valioso el amor a mi familia sin medida y el amor hacia una persona que me dice que no deje de lado lo que con tanta ilusión derraman mis ojos, gran apoyo dicho sea de paso en mi caminar vacilante hacia mis metas.
Asi pues escuchando esta musica y ya cercanos a la media noche suspiro con la esperanza de continuar y sonreir en esta historia de mi vida.
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